Ann
Aquel
día me desperté en un cuarto. Entraba luz por una ventana en la esquina. Yo
estaba en una cama en medio de aquel cuarto. Me levanté y me acerqué a la
puerta, giré el pomo. Salí a un pasillo, por un lado había una pared, y por el
otro una puerta al lado de la mía y al final del pasillo una puerta abierta de
par en par recorrí todo el pasillo hasta llegar a la puerta, la crucé y llegué
a unas escaleras, las bajé corriendo y llegué a otro pasillo más corto que el
anterior. Había una puerta abierta a mi izquierda y miré dentro de la
habitación: no había nadie así que entre, había una cama desecha, un armario
abierto una puerta, por la que no entré porque supuse, como había un váter, que
era un baño normal y corriente, salí de aquella habitación y volví a recorrer
otro pasillo.
Al
acabar de recorrerlo había más escaleras
y empecé a oír voces familiares, y de repente algo me atacó por la
espalda me di la vuelta y me di cuenta de que era Jorge muy contento de verme:
-
Hola que tal has
dormido- dijo casi gritando.
-
Shhhhhh -le
respondí-No querrás que nos descubran.-dije susurrando.
Bajamos
bastante sigilosos por las escaleras al llegar a bajo nos encontramos con:
nuestros padres, Miro y una chica bastante joven, cenando.
Jorge
o estaba mirando el cena, o como yo no se acordaba de que ayer nos lo habían
contado todo. Nos acercamos y cuando nuestro padre nos vio dijo:
-
¿Qué tal habéis
dormido?
-
Pues…muy bien-
dijo Jorge.
-
Supongo, habéis dormido
todo el día.-dijo Miro riéndose.
Nos
sentamos, y empezamos a cenar.
-
Creo que mañana
habrá que ensayar esas habilidades- dijo Rosalinda.
-
¿El qué?-dije yo
sin entender nada.
-
Las habilidades,
no les habías dicho nada Richard? Te dije que se lo dijeras tú.
-
Yo…creí que se
las ibas a decir tú.
-
Da igual.-Dijo
Rosalinda con un suspiro.
-
Pero ¿de qué
estáis hablando?-dijo Jorge.
-
De las
habilidades, cada uno tiene su don.-dijo mi padre.
-
¿Y cuál es el
mío?-dijo Jorge.
-
No lo sabemos.-dijo
mi madre.
-
Entonces es un
rollo.-dijo Jorge desilusionado.
-
Por eso mañana le
vamos dedicar el día a averiguarlo.
-
Eso está mejor.
-
Pues a mino me
apetece, prefiero ir a dar una vuelta por el bosque de al lado.-dije, y le di
un mor disco a mi tostada.
-
Vas a tener que
venir o sino nunca sabrás cuales son.
La
chica al fin hablo:
-
Yo mañana no
tengo nada que hacer si queréis la acompaño y la ayudo con sus habilidades no
me cuesta nada papa.-dijo dirigiéndose a Miro.
¡A
sí que Miro era su padre!
-
Me parece bien.-dijo
Miro.
Después
de cenar, Jorge y yo volvimos a nuestros cuartos la habitación que había visto
a mí lado era la de Jorge, por el camino me había preguntado:
-
¿Por qué la chica
cuándo habló llamo a Miro papa?
-
Tal vez porque es
padre.
-
HHaa. Entonces es
nuestra prima.
-
Al parecer, si.
Nos
deseamos buenas noches y cada uno se fue a su cuarto. En la cama estaba
pensando en eso de las habilidades y cuál podía tener yo. La verdad es que a mí
no se me da bien casi nada. Al menos me va a enseñar mi prima no mi madre, la
verdad es que en ese momento si que quise que fuese mañana.